jueves, febrero 26, 2009

EL JUSTIFICANTE

Hoy me ha venido a la mente una anécdota que me pasó y que es para partirse de risa pues no te esperas que esas cosas realmente te puedan suceder.
Tenía un niño muy majete que era gitano, un chaval estupendo, pero faltaba a veces porque sus padres se iban a la vendimia, a la aceituna, a las distinas ferias que hay.
La norma del colegio es que cada vez que falta un niño los padres tienen que justificar esa falta.
Pues bien cuando se lo dije al niño me contestó que se lo diría a sus padres.
Al día siguiente y a primera hora estaba la madre en la puerta esperándome y me dijo que su hijo le había dicho lo del justificante pero que donde habían estado trabajando no había de esas cosas, que lo único que había era esto que traía en una bolsa de plástico que me dio.
¿Qué creéis que había en la bolsa? ¡Dos botellas de vino!
Se fue tan contenta y feliz y allí me quedé yo con la bolsa en la mano y con cara de incredulidad.