domingo, septiembre 23, 2007

¡¡¡¡QUE VIENEN!!!!

Hora: 9 menos 10 del primer día de clase de este curso. Los chicos y los padres se agolpan a las puertas del colegio, empujando por ser los primeros.

La conserje sale a abrir las puertas y ante tamaña multitud, toma sus precauciones, a saber: en cuanto abre, se hace rápidamente a un lado para no ser aplastada por las masas, casi sin tener tiempo de abrir la verja ya están empujando los alumnos como si la vida les fuera en ello. ¿Habéis visto una estampida en las películas del oeste? Pues es la misma imagen, los niños corren desbocados por el patio arrastrando las mochilas con ruedas que más que correr, vuelan, tropezando por todas parte con todo lo que encuentran a su paso ¡¡¡y todo eso por ser los primeros de la fila!!!

Ni que decir tiene que todos los días ocurre lo mismo, sobre todo con los más pequeños, que les encanta ser los primeros en cualquier cosa.

La mañana transcurre tranquila porque los alumnos se conocen del curso anterior a excepción de algunos que repiten y se incorporan nuevos al grupo y otros que llegan (de otros países), poco que hacer: copiar el horario, recordar las normas de clase y del colegio, hablar del material, libros…….

A la hora del recreo los amigos se intercambian impresiones sobre los profes y compañeros nuevos y acto seguido pasan a lo más importante para ellos ¡El partido de fútbol! (Señor qué cruz)

Cuando por fin se acerca la hora de la salida, los chicos ya no pueden más y rebullen en sus asientos. Toca la sirena. Salen escopetados y ¡otra vez a correr a ver quién sale el primero! Vuelta arrastrar la mochila, tropezando por todas partes y me doy cuenta que les durará poco y luego tendrán que cargarla a hombros.

Fin del primer asalto. Mañana será otro día y empezaremos la dura tarea de hacerles estudiar y aprender lo máximo posible.