Ya se que no escribo lo que debiera, pero……. ¡Soy muy perra que le voy a hacer! No tengo mucho tiempo y cuando lo tengo me tumbo a la bartola, sólo me falta menear el rabo.
Pero ya se acabó el cuento y las vacaciones, (qué pena), y me he puesto las pilas.
Lo primero que hice fue presentarme el día 1 en el centro. Que bien todo, saludos a los compas, relatos de nuestros viajes, frases del tipo:¿Qué morena estás!, ¡Qué pronto pasa lo bueno! Y cosas por el estilo……
El primer día es estupendo, te viene incluso bien porque te das una vuelta, ves a los colegas, charlas ……pero ¡Ay! Después todo vuelve a la normalidad y empezamos con las carreras de siempre y la cruda realidad.
Ya ha pasado la primera semana y estamos metidas en harina, haciendo programaciones, arreglando clases, preparando libros, reuniones, muuuuuuuchas reuniones……en fin, esa serie de cosas que tenemos que hacer antes de meter a las fieras en la jaula, (que es broma, ¿eh? , lo de las fieras digo).
Y tengo que decir que siguen las obras en el mes de septiembre. ¡Pero que manía de hacer obras en el colegio a una semana del comienzo de las clases y que falta de previsión! Pero van a quedar muy chulos los despachos, eso sí.
Este año al mirar la lista y preguntando a los tutores del año anterior, parece que los alumnos de mi clase son estupendos, ya veremos, que en un verano cambian cantidad,
Por hoy ya tengo el coco rayado y me voy a poner a currar en lo que me da de comer, es decir, voy a preparar el trabajo de la primera semana para que los chavales vayan tomando también ellos conciencia de que se acabó lo bueno
Tengo planeado escribir por lo menos una vez a la semana algo de lo que hacen mis fierecillas en clase, que es muy gratificante ver como aprenden y te aprecian los niños, porque a ver:
¿A quién cuando falta dos días al trabajo le reciben con un aplauso y colgándose de sus piernas? Pues eso es lo que ocurre en los colegios.
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